Han pasado 9 días desde la última vez que escribí por aquí. Necesitaba estar concentrada en conocer a mis humanos y entender poco a poco lo que esperan de mí.
Por ejemplo… me ha quedado muy claro que no puedo morder cualquier cosa, enseguida me lo quitan y me dan a cambio uno de mis juguetes. Eso sí… la zapatilla derecha de Juan es mi preferida y cada vez que puedo tengo que jugar con ella.
Otra cosa muy importante que hemos ido ajustando en este tiempo es la hora del pis y de la cacota. Ellos han entendido que al ser cachorrita necesito hacerlo muy a menudo así que me empezaron a abrir la puerta de la terraza cada hora algo que les estaré eternamente agradecida… una necesita aliviarse 😂😂😂.
También se dieron cuenta de que cada vez que me despierto suelo hacer pipi y cuando termino de comer necesito hacer cacota. La verdad es que nos hemos adaptado bien y hemos ajustado un tema tan importante en poco tiempo.
En estos días me han enseñado a sentarme a la orden, cosa que pille muy rápido al ver que ellos eran inmensamente felices cuando obedezco… no me cuesta trabajo hacerlo, total, si mis humanos están contentos es mucho mejor para mí.
Han aprovechado que ya me siento a la orden para ir educándome a la hora de comer. Soy muy ansiosa y los primeros días llegue a tirar algunas veces el cuenco con el pienso, pero ellos con muchísima paciencia han conseguido que me siente y espere otra orden para comenzar a comer. Esto sí que me cuesta un poco más de obedecer, pero tampoco tanto, sé que la comida esta esperando en el cuenco y que nadie se la comerá. En los últimos días lo hago mucho mejor y no me pongo tan cabezona… me ponen el cuenco, me siento a la orden, sé que hay que esperar sentada y quieta unos segundos y seguidamente a comer 😋😋😋.
Llevan unos días enseñándome a pasear con correa y collar por el interior de casa, Patricia dice que debo de aprender para cuando salga de paseo a la calle. Al principio es muy desagradable y más si te pones cabezota e intentas quitártelo o morderlo. Pero he terminado por acostumbrarme, no ha sido para tanto, ya paseo con correa y collar bastante bien. Aún quedan ajustar pequeños detalles, pero en unos días todo irá al 100%.
Ayer empezaron a enseñarme a dar la patita a la orden, creo que lo voy pillando, ya que no necesita de mucho esfuerzo.
Una de las cosas que peor llevo es cuando estoy dormida y quieren que me mueva por alguna razón, jolines dejen descansar que me puedo vengar en cualquier momento y que no duerma nadie en casa 😆
Dejo para el final mi relación con los peques de la casa… estoy encantada con ellos es un no parar de jugar y es justo lo que necesito ahora.
Intentamos jugar con tranquilidad porque ellos saben, porque Juan se lo repite mil veces, que soy pequeña y que aún no tengo los huesos formados del todo y que me puedo hacer daño. Pero hay veces que el juego se nos va un poco de las manos, que vamos a hacer, en definitiva somos tres pequeñajos.
Volveré en unos días cuando celebre mi tercer mes. ¡Ah! No sabes las ganas que tengo de ver a Patricia y Juan cuando tengan que bañarme, creo que me voy a reír bastante 😜. ¡Próximamente tendrán que hacerlo!
Te espero en el próximo relato,
Zahara.