Site Loader

En estos quince días de ausencia por aquí han pasado varias cosas y me gustaría compartirlas contigo.

En primer lugar, por fin recibí la tercera vacuna y ya puedo salir a pasear a la calle. La verdad es que ha sido todo un alivio porque necesitaba moverme, conocer nuevas zonas y conocer a nuevos amigos.

El día de la vacuna fue todo muy bien, esta vez no me tomaron la temperatura por donde ya sabéis 😉 algo que agradecí inmensamente.

Las chicas de la clínica veterinaria fueron muy amables. Me dieron galletas, se hicieron fotos y me abrazaron muchísimo. ¡Todo el mundo al abrazarme dice que soy como un peluche!

Cuando me marchaba me regalaron un superhueso con el que aún me paso mucho tiempo jugando.

Tengo que volver a primeros de mayo para la primera dosis de la vacuna de la rabia. Espero que continúen igual de cariñosas conmigo.

En segundo lugar, te quiero contar como fue mi primer paseo. Por supuesto fueron los más pequeños de la casa los encargados de disfrutar conmigo ese momento.

Salimos por la tarde a pasear por el barrio de casa. Fue un paseo pequeño, pero muy divertido. Descubrí una gran cantidad de olores diferentes ¡me costaba saber de qué era cada uno de ellos! El paseo muy bien, pero tengo que reconocer que me asustaba un poco con el paso de los coches, pero yo le he superado.

En tercer lugar, te quiero hablar de mi amigo Coco. Un Shih Tzu de un año de edad que está lleno de vitalidad y se ha convertido en un buen compañero de juegos, aunque tiene un carácter un poco especial y yo me esfuerzo muchísimo para aguantar sus continuos ladridos. Aunque no importa que sea tan gruñoncete porque en el fondo es un perro cariñoso.

Zahara - La dulce mirada

Nos podemos pasar horas jugando, ese pequeñajo es incansable. A veces pienso que es un robot con pilas duracell 😂

Le encanta perseguirme y que le persiga, es un no parar. Y ya como participen en nuestro juego los más pequeños de la casa ya sí que nos lo pasamos bien.

A Coco le veo todos los días y la verdad me viene bien su compañía.

Tengo otro amigo, Rufo, un Fox Terrier de seis años de edad que tiene un carácter muy marcado y con él la verdad que no puedo jugar. Es un poco cascarrabias y por el momento no quiere participar de mis juegos. Aunque intuyo que tiene un gran corazón y con el tiempo le voy a conquistar. Voy a hablar con él por si quiere que os le presente.

Es mi hora de comer y Patricia me está llamando con mi cuenco lleno de pienso, voy corriendo que tengo un poco de hambre.

Te espero en el próximo relato,

Zahara.

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *

Este sitio usa Akismet para reducir el spam. Aprende cómo se procesan los datos de tus comentarios.

Suscríbete a mis relatos

Últimos relatos

Mis amig@s en la red