¡Ya estoy en este mundo! No veo nada, mis ojos están cerrados pero mi olfato reconoce perfectamente a mi mamá y también a mis hermanitos.
Mis primeras horas están siendo muuuyyyy tranquilas, comer y dormir, ya ves… no se puede vivir mejor.
A pesar de que acabo de nacer ya he descubierto uno de mis primeros placeres ¡Después de comer me encanta acurrucarme junto a mis hermanos al calorcito del regazo de mi mamá!
Me marcho a dormir hasta la próxima toma de leche.
Te espero en el próximo relato,
Zahara.